martes, 8 de junio de 2010

Manué - Ecos del Rocío

(Fantasía - 1993)

- Como Manuel que me llamo me acuerdo yo Señor cura de la tardecita que nos casamos.
Ella me dijo que si en este altar lo juramos,
porque ella no se fiaba padre de las costumbritas de los gitanos.
Y ya me andaba engañando rubio como los trigales un mozo la estaba rondando,
sus miraitas se cruzaban con besos de contrabando.

- Nos casamos aquel día y por poco me come a besos diciendo que me quería.
Yo rezo lo que usted quiera pero a mi no se me olvida,
cuando usted le preguntaba quiere a Manuel por esposo que si mas grande decía.
Yo la quiero todavía hay si viniera a confesarse o usted la viera algún día,
por Dios no vaya a decirle padre que vuelva a la vera mía.

- Padre cierre usted la puerta no sea que venga de pronto que yo no quiero ni verla.
No tengo noche ni día, invierno ni primavera yo no soy aquel que era,
todo se acabo aquel día que ella se fue de mi vera.
Yo no puedo perdonarla y aunque me muero por ella tengo razones pa odiarla,
yo dije si la quiero por esposa ahora no puedo olvidarla.

- Antes de irme también tengo que hablar con el Cristo déjame a solas con el.
A mi me alumbra la luz de un Cristo crucificado,
por ser bueno como tu a mi también me han pagado con el desprecio y la cruz.
Yo quisiera ser tu amigo tu clavao en otro madero que iba a mandarle yo el castigo,
de verla yo desde el cielo buscarme por toa la tierra y que nunca diera conmigo.

- ESTRIBILLO -
Y a pedirle al mismo Cristo vengo,
porque he jurado de matarla,
jure no amarla y la amo,
y en la vida siempre cumplo mi palabra,
como Manuel que me llamo.