El aire huele a Virgen - Los Maravilla

(Risas y suspiros, 1981)

- Los pinos lloran la luz cuando se abre la mañana,

en el aire huele a Virgen su perfume se derrama.

Y en la garganta cadenas que se aprietan se encoje el alma,

la cara de la Virgen brilla con la luz del alba.

- Las manos tiemblan de fe, son palomas en el aire,

blanca esperanza del hombre que se acerca a tus varales.

Y con sus manos flores de las marismas,

tocan su manto y en el alma les brotan ríos que riegan el llanto.

- Los hombros duelen de amor pero nadie se lamenta,

y a la Virgen del Rocío la llevan por las arenas.

Que no me muevo y la Virgen me ayuda, no noto el peso,

y aguanto hasta la muerte porque yo soy almonteño.

- Tu rostro en el corazón siempre queda prisionero,

es la llama del amor que le quema al rociero.

Y sus pisadas son letras de poesía, que están marcadas,

con el hierro de la fe y el fuego de la esperanza.

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Otro cantar rociero - Los Doñana

(Otro cantar rociero, 1976)

- Que el poeta del rocío no le cante a los pinares,

que el pino solo es madera y en el fuego se hace aire.

Que le cante que le cante,

a esa gente rociera, a esa gente rociera,

que a golpe de buena fe hacen camino y vereda.

- Que el poeta del rocío cante una copla valiente,

sin amapola y sin lirio sin las palabras de siempre.

Las palabra, la palabra,

del hombre que hace el camino, del hombre que hace el camino,

buscando un poco de luzpara alumbrar su destino.

- Yo no quiero la rutina de cantares repitiendo,

tan vacío como el tronco del árbol que está muriendo.

Un rocío, un rocío,

de justicia y de hermandad, de justicia y de hermandad,

de hermanos que estén unidos como el trigo de un trigal.

- Como levantan los vientos nubes de los arenales,

se levantan corazones con rocieros cantares.

Peregrino, peregrino,

por la senda y por la vida, por la senda y por la vida,

simpecado de humildad con esperanza encendida.

Como te lleva mi pueblo - Los del Almonte

(Como te lleva mi pueblo, 2015)

- Como te lleva mi pueblo nadie te puede llevar.

Y aunque critiquen mi forma en nada pienso cambiar.

- Almonteño no te rindas ni rompas tu tradición.

Deja el alma en su costero como una ofrenda de amor.

- Cuando se duerme la aurora cambia el cielo su color.

Y mis fuerzas se renuevan al primer rayo de sol.

- Una brisa marismeña regala el amanecer.

Para esta rosa almonteña que me hace estremecer.

- ESTRIBILLO –

Y en la madrugá,

de sudor polvo y gentío la paloma viene y va

sobre el amor de sus hijos, los que la saben llevar.

Tiene que haber en Triana - Callejón del agua

(Cantares de la plazuela, 1982)

- Tiene que haber en Triana una orilla de silencio,

donde el río se remansa guardando retratos viejos.

Guardando retratos viejos perfil de marinería, perfiles de vela y remo,

caminantes de otros mares, hartos de sal y de miedo.

Hartos de sal y de miedo, (3)

los tiene el Guadalquivir escondidos en su espejo.

- Tiene que haber en Triana rincones de bronce y fuego,

de cal de piedra y arena, de yunque y de hierro muerto.

De yunque y de hierro muerto, donde la toná se esconda escapándose del tiempo,

prisionera de un gitano hijo del aire y del viento.

Hijo del aire y del viento (3)

santuario de los cantes que por la cava están sueltos.

- Tiene que haber en Triana entre leyenda y secretos,

un alfarero que guarde barro para ser torero.

Barro para ser torero y una plazuela sin nombre donde un chiquillo abra el sueño,

toreando de mentira pero arrimándose en serio.

Pero arrimándose en serio (3)

barro y agua de Triana y el artista trianero.

- Tiene que haber en Triana entre sombras de recuerdo,

y claridades eternas una calle de miesterio.

Una calle de misterio donde los años no pasen donde esté parado el tiempo

la calle donde se guarde perfil de marinos viejos.

Perfil de marinos viejos (3)

fragua de estirpe gitana y barro de hacer toreros.