(Sevilla de mis amores, 1994)
- Era un domingo cualquier mira que casualidad,
en la ermita del rocío se vinieron a encontrar.
- Se acercaron a la reja mira que casualidad,
que los dos al mismo tiempo comenzaron a rezar.
- Se pusieron de rodillas, mira que casualidad,
como aquella vez primera muy cerquita del altar.
- De Sevilla y de Triana, mira que casualidad,
cada uno por su lao y se vuelven a encontrar.
- ESTRIBILLO –
Se miraron de reojo,
y se nublaron sus ojos,
no pudieron ni rezar,
porque allí se conocieron,
mira que casualidad.