(Por
sevillanas, 1975)
- Sevilla llora que llora, se está
destrozando el alma.
Porque a ella quieren quitarle poquito a poco su gracia.
Como sufre y se tortura, como sufre
y se tortura,
abrazada a su Triana, mirando a su río moro
contemplando su Giralda.
- No se que tienen sus ojos ni que
tiene ella en su cara.
Que hasta los cielos le besan las puntas de sus
pestañas.
No consientas sevillano, no
consientas sevillano,
que ella se destroce el alma que por dentro se torture al
verse menospreciada.
- El Parque de María Luisa vestido
de verde y grana,
gozoso la piropea mientras con ella se abraza.
Estrellitas y luceros, estrellitas y
luceros,
alumbran sus madrugas y adormecido en su embrujo el aire roza sus alas.
- Por entre nubes cantando ángeles
corriendo bajan,
para adornar sus caireles con flecos de luna clara.
Con tu cintura de mimbre, con tu
cintura de mimbre
y el empaque de tu gracia cuando atraviesas el río tu garbo besa
sus aguas.
(Gracias a mi amigo Luis Zambrano por la colaboración en la trasncripción de esta letra)