(Manguara, 1998)
- Vente conmigo
descubriremos nuevos caminos y nuevas vereas.
Nuevas vereas, vente conmigo y descubriremos nuevos caminos y
nuevas vereas, y una barcaza que
cruza un río desde Sanlúcar de Barrameda. De Barrameda, partiremos con otra
gente viendo esas grandes dunas de arenas y sentiremos otro relente con otra
luna y otra candela.
- Vente conmigo descubriremos, nuevos caminos y nuevas vereas.
Nuevas vereas, vente conmigo y descubriremos, nuevos caminos y nuevas vereas,
ver como vienen del Aljarafe, tirar por bueyes altas carretas.
Altas carretas y viviremos las emociones, rezando la Salve rociera,
paraos delante de un Simpecao, metios dentro del río Quema.
- Vente conmigo descubriremos nuevos caminos y nuevas vereas.
Nuevas vereas, vente conmigo y descubriremos nuevos caminos y nuevas vereas,
conoceremos desde el Condao como disfrutan por las arenas.
Por las arenas y sentiremos pasito a paso, toda la esencia de la Rocina,
cogiendo el camino de Los Llanos que esa es la puerta de la marisma.
- Aunque no existan finas arenas y ya no crezcan flores ni pinos.
Flores ni pinos, aunque no existan finas arenas y ya no crezcan flores ni pinos,
con ella siempre estarán mis huellas que es la esperanza de mi destino.
De mi destino, mejor te olvidas de tanta duna, tantas carretas y de tanto río,
que a mi sobra con la hermosura del Simpecao con los peregrinos.
- ESTRIBILLO -
Lo siento buen amigo entiéndeme,
con ella yo aprendí a caminar, mi gente me inculcaron esa fe,
y Huelva me tiene embrujao y a mi Simpecao nunca dejaré.