(Piropeando por sevillanas, 1977)
- Rociero tu color, no puede ser más que
verde.
No puede ser más que verde, rociero tu color no puede ser más que verde,
que verde es el simpecao y el romero también es verde.
El simpecao una
estrella, el simpecao una estrella que alumbra nuestro destino,
pa que no nos desviemos de los surcos del
camino.
Como el verde del romero (3)
el color de
la esperanza que mantiene al rociero.
- El blanco de las carretas, que
atraviesan los carriles.
Es como un collar de perlas que le llevan a la Virgen.
Y en un collar de carretas (2),
reluce como un
lucero, si lo forman corazones de los buenos rocieros.
- La marisma rociero tiene celestes los
lirios,
pa que nadie puea dudar que cerca está mi Rocío.
Que como allí está su madre (2)
el señor
tapizó el suelo, con to los lirios
celestes como un pedazo de cielo.
- Ay chaparrones de mayo, que en la
marisma han caío.
Y ha perdío tor color el camino del rocío.
Que estampa triste se ve (2)
pero yo no
desespero, cuando llevo hasta la virgen, arcoíris rociero.