(Acércate, 1991)
- I -
Que bonita está la virgen con su carita de pena,
ya se fueron las carretas,
dejando surcos de arenas (bis),
y el eco del tamboril en la rocina se queda.
- II -
Ya se fueron mis amigos que solitaria mi casa,
ya no se ven peregrinos,
de zahones o alpargatas (bis),
pero se quedan los lirios,
y en el alma la nostalgia.
- III -
Ya no se escucha guitarra,
ni el repique de campanas,
ni las gargantas “fundias”,
cantando por sevillanas (bis),
ya no se rompe el silencio,
de las marismas huelvana.
- IV -
Ya no queda un simpecao que solitaria la luna,
a paso lento los bueyes,
se acuerdan de la laguna (bis),
y en el camino de vuelta, no tienen prisa ninguna.
- ESTRIBILLO -
A mi me gusta rezar,
cuando el rocío termina, cuando está la ermita sola,
cuando duerme la marisma y sueñan las amapolas.
- I -
Que bonita está la virgen con su carita de pena,
ya se fueron las carretas,
dejando surcos de arenas (bis),
y el eco del tamboril en la rocina se queda.
- II -
Ya se fueron mis amigos que solitaria mi casa,
ya no se ven peregrinos,
de zahones o alpargatas (bis),
pero se quedan los lirios,
y en el alma la nostalgia.
- III -
Ya no se escucha guitarra,
ni el repique de campanas,
ni las gargantas “fundias”,
cantando por sevillanas (bis),
ya no se rompe el silencio,
de las marismas huelvana.
- IV -
Ya no queda un simpecao que solitaria la luna,
a paso lento los bueyes,
se acuerdan de la laguna (bis),
y en el camino de vuelta, no tienen prisa ninguna.
- ESTRIBILLO -
A mi me gusta rezar,
cuando el rocío termina, cuando está la ermita sola,
cuando duerme la marisma y sueñan las amapolas.