(Pincelada, 1994)
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La saqué a bailar mire usted que me dijo que si,
pobre corazón mire usted se me
quiso salir.
Y
de una vuelta, a la otra vuelta,
estoy temiendo que se me arrepienta, estoy
temiendo que se me arrepienta,
que la fui a agarrar pero no me atreví.
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Arrímate a mi le pedí sin dejar de bailar,
que de tu mantón déjame que me pueda
enredar.
Y
de una vuelta, a la otra vuelta,
me enamoraba y no me daba cuenta, me enamoraba
y no me daba cuenta,
que de su mantón me enredé y no me puedo escapar.
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En la oscuridad me miró, la miré y me prendí,
ojos de pasión me miró y negra
noche sentí.
Y
de una vuelta, a la otra vuelta,
estoy temiendo que se me arrepienta, estoy
temiendo que se me arrepienta,
que la fui a agarrar pero no me atreví.
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Cuando venga el sol si se va sabrá Dios dónde irá,
yo me quedaré sin saber por qué
quiso bailar.
Y
de una vuelta, a la otra vuelta,
me enamoraba y no me daba cuenta, me enamoraba
y no me daba cuenta,
que de su mantón me enredé y no me puedo escapar.
