(A compás, 1990)
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El camino amigo mío es difícil de explicar,
pa que te sientas romero yo te lo
voy a contar.
Yo te lo voy a contar,
rocieros a caballo en carreta o caminando,
pero si vienes conmigo haremos el camino andando.
-En
la para de la noche se le reza a la Señora,
y después con las estrellas olvídate
de la hora.
Olvídate de la hora,
si hace frío la candela yo me arrebujo en la
manta,
sevillanas y fandangos hasta que nos den las tantas.
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Con la carita de sueño se despiertan los romeros,
el café y el aguardiente y a
la verea de nuevo.
Y a la vera de nuevo,
se arremanga el pantalón el carretero
en el Quema,
y las mujeres con gracia las enaguas rocieras.
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Y cuando llego a la Raya aunque me encuentre cansao
entre una nube de polvo voy detrás del simpecao.
Voy detrás del simpecao,
de Palacio al Ajolí se ilumina mi memoria
poco a poco voy entrando por la
puerta de la gloria.
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ESTRIBILLO –
Que el camino amigo mío,
es una gran hermandad entre los pinares
verdes.
Quien no haya hecho el camino no sabe lo que se pierde.
