(Mágico
Mundo, 1986)
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Que mi Sevilla se caye, que va a salir el Gran poder,
con su túnica morada y
con su morena tez.
Que se arrodille la gente, que no se escuche un murmullo,
que
cuando el gran poder sale llena Sevilla de orgullo.
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Y Sevilla se ilumina, por donde pasa Jesús,
y el oscuro de la noche lo
convierte en blanca luz.
Poquito a poquito anda caminando va Jesús,
los pies
lleva doloridos de llevar a cuesta su cruz.
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El aire de mi Sevilla, huele a jazmín y a clavel,
va perfumando la noche el
señor del Gran Poder.
Unos capirotes negros acompañan al señor,
nazarenos
silenciosos de penitencia y amor.
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Al silencio de la noche, saeta y una oración,
la noche se queda quieta, te
cantan desde un balcón.
Jesús sigue caminando de vuelta para su altar,
Sevilla reza
en silencio al ver a su Cristo pasar.
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ESTRIBILLO –
Jesús, padre de los sevillanos, ay,
eres clavel y geranio y en la
noche eres la luz.
