(Puente de barcas, 1981)
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Triana se me muere, sin remediarlo.
Que nadie tiene fuerzas para evitarlo.
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Corrales de Triana y aunque no quiera,
aun suenan en el aire tus corraleras.
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Esquinas de mi barrio, calles inquietas,
nostalgia de tus patios y tus macetas.
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Asomada a Sevilla desde su puente,
orgullosa y altiva indiferente.
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ESTRIBILLO –
Ay que salero,
tenía el Altozano,
ay que salero,
donde estarán
ahora los trianeros.