(Sevillanas
de feria y romería, 1972)
- Virgen de la Candelaria es tanto
lo que te quiero.
Virgen de la Candelaria, Virgen de la Candelaria es tanto lo
que te quiero,
que debajo de tu paso iría de costalero.
Y alegre te mecería, y alegre
te mecería por las calles sevillana,
azucena doloría, estrella de la mañana.
Vamos con ella hasta el cielo y ole,
anuncia el capataz “vi a llama,
y
luego da una voz: “a esta e”, Virgen de
la Candelaria ramito de azahar y clavé.
- Al llegar a la campana la noche se
vuelve día.
Al llegar a la campana, al llegar a la campana, la noche se vuelve
día
y pasa la Candelaria como una estrella encendía.
Y la saeta doliente, y la saeta doliente de una voz mojada en llanto
apuñala tristemente
el aire del Martes Santo.
Otra Virgen más bonita que tu, te
puedo yo jurá que no vi,
llorar tras
de Jesú con la crú, Virgen de la Candelaria jazmín del jardín andalú.
- Los jardines de Murillo la noche
del Martes Santo.
Los jardines de Murillo, los jardines de Murillo, la noche
del Martes Santo,
estrenan flores a miles para perfumar tu manto.
Virgen de la
Candelaria, Virgen de la Candelaria, al cruzá
por los jardines,
desde el cielo una plegaria te cantan los serafines.
Y en el aire perfumao de abri,
llorando un cantaó con fervó
al verte de pasar dice así: Virgen
de la Candelaria rosita de pitiminí”.
- Virgen de la Candelaria la gente
se arremolina.
Virgen de la Candelaria, Virgen de la Candelaria, la gente se
arremolina
y millares de saetas te cantan por las esquinas.
¡Qué bonita, mare hermosa! ¡Qué bonita, mare hermosa!
Entre tanta luminaria,
eres igua que una rosa, Virgen de la
Candelaria.
Como bailan ese paso a la entrá, lo mecen sin tirá una flor,
como se lo ordenó el capatá, Virgen de la Candelaria, Estrella de luz celestial.