(Camino de vuelta, 1994)
- En calma la marisma el aire al sisear
y a su paso abanica y mece el almajal.
Hay silencio de alas sin rastro de hermandad.
- Primavera tardía de los patos mancones
que alborotan los lucios del Lobo y Mari López.
Y la calma del cielo ni la primilla rompe.
- Qué solitaria alfombra de bayunco y junquera,
de taraje y sapina con raíz salinera.
Despacio y a su aire pasea la cigüeña.
- La Virgen no está sola en esa ermita blanca,
mientras haya marisma marismeños no faltan.
Ni faltarán canciones que el campo entero canta.
- ESTRIBILLO -
Para darte compañía,
Pastora de mis amores,
te ofrece una romería,
de trinos y de verdores,
este sur de Andalucía.