(Alegría y
sentimiento, 1979)
-
Te disfrazas de almonteño porque la quieres llevar.
Te cambias camisa y botos y
te sientes uno más.
-
Pero a Almonte no le engaña que te conoces de más,
en manera de meterte y en la
forma de mirar.
-
Y piensa pa tus adentros mucho la debes querer,
si copias del almonteño y
almonteño quieres ser.
-
Que sepan los rocieros cuando un almonteño quiere,
a ti te dejan llevarla
aunque camisa no lleves.
-
ESTRIBILLO –
Pero no puedes cambiarte
el corazón de almonteño, el orgullo y el coraje,
que sienten aquellos hombres porque es herencia de padres.