(Amante, 1993)
- La luz que tiene Sevilla en un domingo de ramos.
Sevilla estrena y levanta, ramas de palma y olivos, aires de azahar que canta,
y un nazareno de blanco pregona semana santa.
Sevilla estrena y levanta, ramas de palma y olivos, aires de azahar que canta,
y un nazareno de blanco pregona semana santa.
Esa luz que tiene Sevilla,
esa claridad, esa claridad,
eso yo no lo cambio por na.
esa claridad, esa claridad,
eso yo no lo cambio por na.
- La luz que tiene Sevilla en una tarde de toros.
Silencio de oro y de seda ya se abre en el albero un abanico se enreda,
y hombre mirando a un toro que solo y quieto se queda.
Silencio de oro y de seda ya se abre en el albero un abanico se enreda,
y hombre mirando a un toro que solo y quieto se queda.
Esa luz que tiene Sevilla,
al atardecer, al atardecer,
eso en donde se puede ver.
al atardecer, al atardecer,
eso en donde se puede ver.
- La luz que tiene Sevilla en una noche de feria.
Se enciende Sevilla entera, con guirnaldas de luceros, faroles en madroñeras,
y se descubren la gente que viene por vez primera.
Se enciende Sevilla entera, con guirnaldas de luceros, faroles en madroñeras,
y se descubren la gente que viene por vez primera.
Esa luz que tiene Sevilla,
las noches de abril, las noches de abril,
eso que me lo digan a mí.
las noches de abril, las noches de abril,
eso que me lo digan a mí.
- La luz que tiene Sevilla un día de primavera.
Sevilla esconde rincones de azules rebosa el cielo el parque borda las flores,
y la mujer se destapa y te arañan los amores.
Sevilla esconde rincones de azules rebosa el cielo el parque borda las flores,
y la mujer se destapa y te arañan los amores.
Esa luz que tiene Sevilla,
ese resplandor, ese resplandor, eso es un regalo de Dios.
ese resplandor, ese resplandor, eso es un regalo de Dios.