(Cruz de
Mayo, 1984)
-
Yo no quiero deslumbrarme con el brillo, con el brillo de tus ojos,
ni quisiera
enamorarme, enamorarme por capricho de un antojo.
-
No quiero que tus caricias, tus caricias, enreden mis sentimientos,
que puede
ser que tu risa, que tu risa suene en mi como un lamento.
-
No quiero que tus promesas, tus promesas se las lleve el nuevo día,
ni
juramento de fuerza, ni de fuerza que nunca se cumplirían.
-
No quiero dejar en tus labios, en tus labios el sabor que hay en mi piel,
que
si tenemos agravios, ay agravios te amargarán como hiel.
-
ESTRIBILLO –
La noche es larga,
la leña al fuego, calor y frío,
consumiéndose
lento, lento tu amor y el mío.