domingo, 20 de enero de 2019

La nana de la loca - Nomadejado


(El pájaro morado cruza los cielos de Sevilla, 1997)



- Ya son las nueve en Sevilla, es primavera y es viernes.
Es primavera y es viernes, ya son las nueve en Sevilla,
es primavera y es viernes, la tarde se fue despacio y el viejo convento duerme.
Y el viejo convento duerme, las sombras de la españada,
le resbalan en la frente, las sombras de la españada le resbalan en la frente.

Y en un rincón semioscura,
casi loca y casi ausente, una madre espera a un hijo,
como las madres de siempre.


- De brazo en brazo le llevan hasta sus brazos la muerte.
Hasta sus brazos la muerte, de brazo en brazo le llevan,
hasta sus brazos la muerte, cuánto mimo en su regazo, con qué ternura lo mece.
Con que ternura lo mece, dieciocho caballos lloran, su plata y su mala suerte,
dieciocho lloran su plata y su mala suerte.

Que no se  ha muerto que no, que es mi hijo y ahora duerme,
mira en mi seno agridulce como como reluce la leche.


- Ay Piedad que te equivocas que tu hijo ya está inerte.
Que tu hijo ya está inerte, ay Piedad que te equivocas que tu hijo ya esta inerte,
de apodo se hace rosario y el muñidor dobla a muerte.
Y el muñidor dobla a muerte, dieciocho caballos bailan,
ya no hay sombra en las paredes, dieciocho caballos bailan ya no hay sombra en la paredes.

Ea la ea mi niño, ea la ea se duerme, no tengas miedo cariño,
la noche es un potro breve.


- Ya son las diez en Sevilla es primavera y es viernes.
Es primavera y es viernes, ya son las diez en Sevilla, es primavera y es viernes,
el muñidor ya se ha ido dejando un eco de muerte.
Dejando un eco de muerte, la madre que ya está sola, besa a su hijo y lo mece,
la madre que ya está sola, besa a su hijo y lo mece.

Ay loca de amor herido, que grande tienes la frente,
sigue soñando pañales por favor no te despiertes.