sábado, 21 de julio de 2012

La promesa - Amigos de Gines

(Sevillanas del buen rociero, 1973)

Promesas no son promesas sino cuesta lo ofrecido,
la mía si que es promesa porque no voy al rocío.
Aunque yo vaya descalzo (bis)
sin hablar y sin beber vino,
siempre me queda el consuelo de estar haciendo el camino.

A la virgen yo le ofrezco (bis)
este sacrificio mío, un año entero sin verla en su ermita del rocío.



- A mitad de la mañana el pueblo ya no es el pueblo,

que se han ido las carretas verea adelante a gelo,
ni el tamboril y las palmas (bis)
y el quehacer del cohetero se escucha ya por las calles tristes y solas del pueblo.

Que siete días me esperan (bis)
peregrino y rociero, por carriles de nostalgia de añoranzas y recuerdos.


- Tamborero de Bollullos maestro de los maestros,
que juntos hicimos el camino del verano rociero,
con el tambor a las espaldas, (bis)
heraldo de cien romeros tu ibas anunciando a los pinos que Gines te iba siguiendo.

Al que no sienta el rocío (bis)
le puede sonar a cuento que un repique de tambor aviva los sentimientos.


- Este año madre mía no podré verte en la calle,
que en esas fechas de mayo mi mujer puede ser madre,
en septiembre con la luna, (bis)
vendimiadora y caliente, hice un injerto de vida en el tronco de su vientre.

Cuando pasen nueve lunas (bis)
en las noches rocieras, pasare mi romería esperando junto a ella.