(Cantándole
a ella, 1990)
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Hoy me pasé por la casa, donde vivimos tu y yo,
todo sigue igual que estaba, nada
en la casa cambió,
desde que aquella mañana, decidimos el adiós.
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El reloj marca impasible la hora en que se paró,
lo nuestro fue un imposible,
pero el tiempo que duró,
te juro que no es posible, amor como nuestro amor.
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En un viejo calendario duerme el tiempo que pasó,
recordando mes y año en
que todo terminó,
recordándome el daño que nos hicimos los dos.
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Por mi mente aparecían escenas de nuestro ayer,
vivencias de aquellos días que
no pueden volver,
abriéndome las heridas que con el tiempo curé.
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ESTRIBILLO –
Por un momento pensé,
lo bello que hubiera sido,
lo bello que pudo
ser,
si tu me hubieras querido, como te quise mujer.
