(Mi Sevilla, 1977)
- Madre ríñele a ese niño, porque me ha dicho cateto.
Y yo no tengo la culpa de haber nacío almonteño.
Y además dile otra cosa, (bis)
que lo lleva a bien sabío
a ver donde las entrañas de la Virgen del Rocío.
- La virgen parió al pastor, al llegar la primavera.
Le sirvió de cama el coto y le alumbró la candela.
Y qué santo iba decir,
que a pesar de tanto frío (bis)
naciera pastor más guapo que ha nacío en el rocío.
- Al pastorcillo de Almonte, no lo trajo la cigüeña.
Que llegó a Matalascañas en un barco de canela.
Con ancla de plata fina,
con remos de caramelo, (bis)
y dos velas marismeñas hechas de flor de romero.
- Para ver llegar al pastor, se asomaron a la orilla.
Su madre y la de los Reyes y la Virgen de la Cinta.
Lo lavaron y le pusieron,
fajita y pañales limpios, (bis)
y se durmió entre los brazos de la Virgen del Rocío.