(Coplas al aire, 2006)
- Se dio una vuelta la luna por un pueblo rociero.
La calle estaba desierta, oscura la casa puerta y un hombre viejo rezaba,
mirando la luna llena al tras luz de una ventana.
Y un letargo lo rompía, los llevaba to los años tirando con lo que había,
y allí to el mundo cabía, si no era montao andando.
Que no quepo en la carreta,
Rocío que mala suerte, que no hay sitio en el charret,
y aquí me queo y to el mundo va a verte y yo no te puedo ver.
- Entro la luna en la alcoba donde Rocío dormía.
Miró la luna escondía, dentro del arca tenía pa cada día un vestío,
por si alguien le decía que nos vamos pal Rocío.
Un rosario de madera, entre sus manos cogío repasa en un duerme vela,
si alguien me recogiera y me llevara pal Rocío.
Que no quepo en la carreta,
Rocío que mala suerte, que no hay sitio en el charret,
y aquí me queo y to el mundo va a verte y yo no te puedo ver.
- Quiso enterarse la luna y le pregunto porque a sio.
Fue la madre el otro día cuando de mi le decía que estaba viejo y cansao
a ver por donde salía y ninguno me a llevao.
Esa que reza dormía, agolpao en la carreta montaba a to el que cabía
y daba lo que tenía pa que tos fueran a verla.
Hoy no cabe en la carreta,
Rocío que mala suerte,
que no hay sitio en el charret,
y aquí se quea y to el mundo va a verte y ella no te puede ver.
- Se fue la luna a la era clara como el mediodía.
Al lao de la chumbera había encendío una candela con la mirada perdía
miraba pa la cancela por si a por él se volvía.
Y en un rincón de la cuadra una noche rociera dos bueyes revurdeaban
y el que no se aguantaba los enganchó en la carreta.
Ella se puso un vestío
y aquella noche la luna no se quiso ni poner,
aquí me tienes Rocío porque te tengo que ver.