(La sonrisa de otra luna, 2000)
- Anoche estuve soñando, que mi madre era la luna.
Que mi padre desde el cielo, en el sol se convertía,
que mi madre era la luna y que el sol le besaba to los días su carita de aceituna.
Padre, como te echo de menos, alúmbrame to los días,
y cántame muy bajito la nana que me dormía.
- Tú que siempre habías vencío en noches de temporal.
Cuantas veces te embarcaste, con la muerte peleaste, en noches de temporal,
te encontraste con ella por la calle y no le pudiste ganar.
Padre, hoy te soñao cantando que me senté en tu rodilla,
pa escucharte por fandangos de Juanito maravillas.
- Dame fuerzas pa cantarte lo que escribiste un día.
Un beso pensaba dar, llegando al puerto aquel día, me dieron la novedad,
de que tres niños nacían en casa maternidad.
Al ver mi mujer contenta me miraba y sonreía, mira que tres monumentos,
mira que tres monumentos, Juanito del alma mía.
- El día que nos dejaste que golpe nos dio la vía.
Nueve hijos que te esperan como el que sale a la calle,
que golpe nos dio la vía, tú que fuiste el faro que alumbraste mi callejuela y mi esquina.
Padre, hoy me subo al escenario, sin tener pena ninguna,
porque sé que me estás escuchando sentao junto a la luna.
- ESTRIBILLO -
Llorando está Bajo Guía,
el aire lleva una queja, porque no te dio la vía
cien años junto a tu vieja, con lo que tú la querías.
