(Sevillanas 72, 1972)
- Yo he nacido en la marisma, mi
orgullo es ser de esta tierra.
Donde crecen los helechos junto al tomillo y la
menta.
Junto al tomillo y la menta marisma de arena clara,
en las riberas del
quema y los lucios traicionero y la brisa marinera.
Y la brisa marinera,
de pinares
que se abren cuando la raya se adentra,
hasta a llegar a palacio la marisma
rociera.
- Bajo una encina enterré, un perro
de cacería.
Con la afición que tenía pero un día lo maté al fallar la puntería,
y con el
perro se fue la herencia que más quería.
La herencia que más quería,
que nadie
pise ese suelo que nadie toque esa encina,
que debajo yo enterré mi afición de
cacería.
- Igual que el aire sin rejas, las
matas de la marisma.
así te pones nerviosa cuando estás delante de mi.
Cuando estás delante de mía y lo
mismo que la adelfa,
tiñe de rosa su flor el color de tus mejillas me están
hablando de amor.
- Racimos de toros negros, pastan
entre los jarales.
con un hierro marismeño marcao
en los costillares.
Marcao en los costillares al
salir del Ajolí
entre manchas de pinares va a refugiarse el ganao del calor de media tarde.
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