martes, 31 de marzo de 2020

En la terraza de un bar - Marta Quintero

(Mariposas, 2016)

- En la terraza de un bar huele a manchao café.
Huele a manchao café, en la terraza de un bar huele a manchao café,
y se vuelven a contar las cosas de su niñez.
Cuantas cosas que contar, de sus niños y sus maríos,
cuantas cosas que contar y convierten en un recreo la terraza de aquel bar.


- Sueños de celeste añil y parvulitos de miel.
Y parvulitos de miel, sueños de celeste de añil y parvulitos de miel,
de leche en polvo y anís y polea pa comer.
Tanto aprendieron allí, punto, ganchillo o bordao a coser y a escribir,
que los bolsos son las maletas cuando se tienen que ir.


- Hablan todas a la vez pero se enteran de to.
Pero se enteran de to, hablan todas a la vez, pero se enteran de to,
cada sorbo de café tiene distinto sabor.
Tu niña ya se casó, tú cuántos chiquillos tienes, tu niña se casó,
y repasan juntas las tareas que la vida les mandó.


- Aunque la goma borró, nunca ha podido borrar.
Nunca ha podido borrar, aunque la goma borró, nunca ha podido borrar,
de su mente aquel olor a trenza recién peina.
Huele a colonia a granel huele a jabón del verde y a colonia a granel,
ni la goma ni el tiempo han borrao el recuerdo del ayer.


- ESTRIBILLO –
Y se visten toas iguales,
están deseando verse, huele a goma y papelera,
y la terraza parece una clase de la escuela.