miércoles, 8 de abril de 2020

A la Hermandad de la Sed - Maestrante

(Vivir Sevilla, 1991)

- Ya se asoman los claveles de rojo van salpicaos.
De rojo van salpicaos, ya se asoman los clavales de rojo van salpicaos,
por las heridas de muerte de Jesús cricificao.
De Jesús crucifao, cerrado se hace el silencio cuando sale su figura
y se ven los cuatro clavos que en un pasión le torturan.

- Viene detrás afligida María de Consolación.
María de Consolación viene detrás afligida, María de Consolación,
sus ojos muestran la herida que lleva en su corazón.
Que lleva en su corazón, mecerla bien costalero a esa Virgen reclamada
y levantarla hasta al cielo con devoción sevillana.

- Sevilla Miércoles Santo la Gran Plaza se engala.
La Gran Plaza se engala, Sevilla Miércoles Santo, la Gran Plaza se engalana,
porque fuera ya está el paso de una hermandad soberana.
De una hermandad soberana, que ya con pasión y rezo sus ojos color de cielo
es la esperanza del preso que busca en su luz consuelo.

- Cuatro hachones lo iluminan cuando va haciendo su entrada.
Cuando va haciendo su entrada, cuatro hachones lo iluminan
cuando va haciendo su entrada, una luz en cada esquina que alumbra en la madrugada. Que alumbra en la madrugada, todo Nervión lo despide cuando en la puerta se pierde,
y rezan para que otro año vivan para poder verle.

- ESTRIBILLO –
Ay mi Cristo de la Sed,
dicen que es corta es tu historia,
pero que grande es la fe,
de la gente de tu barrio que lloran cuando te ven.