martes, 24 de enero de 2017

Respirando tu aroma - Eduardo Palencia


(Niña déjate querer, 1989)


- Agarrado a tus varales, Blanca Paloma, te nombro,
de mi fe salió el coraje para subirte a los hombros.
Para subirte a los hombros no retirarme de Ella,
déjame con mi agonía, que aún tengo sangre en las venas,
pa” que se acabe mi vida.

- Tú eres Reina en la marisma y yo romero a tu lado,
tú siempre serás la misma, tus ojos no los has cambiado.
Tus ojos no los has cambiado pero cambias la mirada
cuando a ti voy agarrao, y me dices con la cara: romero, estás perdonao.

- No me duelen las heridas que en mi hombro se han marcado,
me dolerían si algún día me perdiera de tu lado.
Me perdiera de tu lado, ya se acabaría mi vida,
la misma que tú me has dado, y contigo moriría con recuerdos del pasado.

- ESTRIBILLO -
Por todo lo que tú me has dado
te llevo Blanca Paloma, y aquí me tienes al lado
respirando de tu aroma antes muerto que cansado.

- Tengo que dejar mi sitio a un romero que ha llegado,
padre que soy mayorcito, déjame que estás cansado. 
Déjame que estás cansado, mi hijo llorando me ha dicho,
y mi sitio le he dejado para que se haga buen romero como tú me has enseñado.

- ESTRIBILLO -
Por todo lo que tú me has dado,
te llevé Blanca Paloma, y ahora mi sitio he dejado,
pa” que respire tu aroma como yo lo he respirado.