(Desde el balcón de los cielos, 1997)
- Yo me enamoré una vez de una linda mariposa.
Yo me enamoré una vez de una linda mariposa,
yo me enamoré una vez, jugaba con una rosa y le entregué mi querer.
La mariposa se fue abandonando la rosa, la mariposa se fue,
se fue buscando otra rosa y a mí me dejo también.
- Yo me enamoré una vez de un ruiseñor que volaba.
Yo me enamoré una vez de un ruiseñor que volaba,
yo me enamoré una vez y en su vuelo me invitaba para volar yo también.
Yo quise volar con el pero el aire me engañaba, yo quise volar con él,
el viento se lo llevaba y con el viento se fue.
- Yo me enamoré una vez de una guitarra tocando.
Yo me enamoré una vez de una guitarra tocando,
yo me enamoré una vez, tan linda estaba cantando que yo la quise tener.
Por dinero la compré y la estuve acariciando, por dinero la compré,
sus cuerdas fueron saltando sin saber cómo y por qué.
- Yo me enamoré una vez de lo que estaba soñando.
Yo me enamoré una vez de lo que estaba soñando,
yo me enamoré una vez, soñé que iba volando para estar con mí querer.
Llorando me desperté porqué el sueño no era mío, llorando me desperté,
porque yo nunca he tenido nadie que me quiera bien.
- ESTRIBILLO –
No te fíes del querer, ni de sus bellos colores,
el ejemplo son las flores, están las que huelen bien,
y otras no tienen olores.
