(Altozano, 1980)
- Cuatro puñales de muerte, cuatro cuchillas de celos.
Cuatro chorros de claveles, cuatro escalofríos al viento.
En la marugá la noche, se puso ropa de duelo, de duelo,
y cuatro veces la luna tapo su cara de miedo.
- Cuatro candiles de aceite, cuatro llamarás de fuego.
Cuatro pañuelos de llanto, cuatro graznidos de cuervos.
En la marugá la noche, se puso ropa de duelo, de duelo,
y cuatro sombras gitanas dieron mortaja a su cuerpo.
- Cuatro repiques de bronce cuatro blasfemias al cielo.
Cuatro gritos de venganza, cuatro mareas de incienso.
En la marugá la noche, se puso ropa de duelo, de duelo,
y cuatro lobos de hambre por una senda se fueron.
- Cuatro coronas de sangre, cuatro paladas de estiércol.
Cuatro filas de cipreses, cuatro muros de silencio.
En la marugá la noche, cambió su ropa de duelo, de duelo
y cuatro veces la luna pintó su cara de duelo.