(El rocío que yo quiero, 1988)
- Si me muero en tu camino, mare no llore si quiera,
que me gustaría
morirme y en tu marisma en tu arena.
Y en los últimos minutos,
déjame vivir
con brío, déjame vivir con brío,
pa
darle el último viva a mi virgen del Rocío.
- De un trigal una pastora, tres amapolas
ha cogido,
una para su sombrero, que ole ole ole
otra pa su corderillo y otra pa
adornarse el pelo.
Que estampa y que señorío (3)
le
dieron las amapolas a mi virgen del Rocío.
- No tiene peine, no tiene peine.
No
tiene peine, la virgen del Rocío, no tiene peine,
la virgen del Rocío, no tiene
peine.
No tiene peine, se enfada con los vientos que la despeine,
se enfada con
los vientos que la despeinen.
No sea embustero que la virgen se peina
no sea embustero que la virgen se peina con el romero.
- La virgen tiene un collar de
coralillos y almendras,
pero el niño se lo ha roto, y le ha perdido una perla.
Y el viento dijo a los mares, buscarme entre el gentío, buscarme entre el gentío,
esa perla de mi virgen, de
mi virgen del Rocío.