viernes, 30 de marzo de 2012

Aquél pino de los llanos - Senderos

(Jugando a querer, 2005)

- Cuando podaron sus ramas pa que su tronco creciera,
tan solo hacia seis años que enraizó en esas arenas,
aquel pino ya guardaba en su savia las vivencias,
del que con fe caminaba para postrarse ante Ella.

Su ilusión era crecer, pa ser el mayor de los pinos, que en el camino los llanos, le da sombra al peregrino.

- Sabe que el rocío esta cerca pero su vista no alcanza,
y dicen los viejos pinos que ellos si ven la espadaña.
Y anuncia que allá a los lejos se encuentra una ermita blanca,
dando cobijo a la virgen de la que tanto le hablan.

El solo ha visto su imagen, colgada en los simpecaos, que van a verla a su aldea, por el camino los llanos.

- Se sorprendió la mañana recién entrado el verano,
al ver como cada tronco los iban marcando de blanco,
y los pinos de su vera con ternura le contaron,
por allí pasa la virgen llevando el rostro tapado.

Y que cada siete años, va señalando el camino, que la traslada hasta Almonte, en los hombros de sus hijos.

- Entre una nube de polvo en una noche agosteña,
cubierta con un capote se va acercando a su vera,
las ramas que le podaron ardieron en la candela,
que fue alumbrando su paso dejando atrás las parcelas.

Solo sueña con crecer para que sus ramas puedan darle sombra a la pastora cuando al rocío se vuelva.