lunes, 7 de junio de 2010

Una oración rociera - Los Marismeños

(Ese lunes del rocío - 1983)

- Una oración rociera, por quien me enseño el Rocío, Ave María.
A ponerme los zahones, a apretarme bien la faja y a colocarme el sombrero,
y a coger el camino recto porque el Rocío es el cielo.
Con el fue el primer camino, el primer trago de vino, noche de estrella y romero,
tamboriles por los pinos cantares por los senderos.

El señaló el horizonte y entre pinares y montes una blanca ermita asoma
y yo le di el primer viva, viva la Blanca Paloma.

- Una oración rociera por quien me enseñó el Rocío, Ave María.
Quien de niño me contaba que quiso Dios la encontrara un cazador en una encina,
con su nombre me cantaba la nana que me dormía.
Y quien me enseñó la salve, a pedir con fe y rezarle, que con fe todo se alcanza,
Dios te salve reina y madre, madre de mis esperanzas.

Yo chiquillo no entendía pero en la reja yo veía como aquel hombre lloraba
como no llorarte ahora cuando te miro a la cara.

- Una oración rociera y un recuerdo en el camino, Ave María.
El que me subió a sus hombros “pa” que la viera de lejos era chico y no podía,
y el que cuando fui mas grande bajo el paso me metía.
"Agarrao" a los varales, hombro con hombro conmigo fuimos dos hombres iguales,
fuimos como dos amigos que llevan la misma sangre.

Me dio su sangre y su vida y todo lo que ahora es mío me dio lo que mas quería,
a la Virgen del Rocío que es mi fe y mi alegría.

- Una oración rociera, “pa” que lo tenga en el cielo, Ave María.
Después de tantos caminos de tantos años de arenas se hizo viejo el peregrino,
y ya no pudo siguiera venir andando al Rocío.
Un consejo antes de irse el me lo dijo llorando y yo se lo he prometido,
quiero que la quieras tanto como siempre la he querido.

Murió tu nombre en sus labios y al cielo se fue a tu lado y olvidarlo no podía
una oración rociera, Ave María.