(Sevillanas del buen rociero, 1973)
- Cortafuego de los pinos, la raya de la marisma.
Por donde cruzan los ciervos que al regao se encaminan.
Cortafuego de los pinos, que ha servío de verea (bis)
a las idas y venidas de la gente rociera.
- Ay leñador de los cotos, que desnuda la marisma.
mira que sin los pinares esta tierra no es la misma.
Que estás dejando sin sombra (bis)
a los que van al rocío, al pito real sin ramas dónde asujetá su nido.
- La blandura de la noche, que riega los arenales,
le da tonos cristalinos al lirio de los pinares.
Que luego vendrán los rayos (bis)
de sol de la amanecía, a robar con su calor la ropa recién caída.
- Dios le pague la posada, que le das al peregrino.
Que hace alto por la noche el primer día del camino.
Descansan los rocieros, Sevilla en Benajiá,
Puebla del Río en Tornero,
en Marlo duerme Triana y mi corazón en Gelo.