(Tradiciones, 1991)
- Le hice un
hueco en mi mesa, le di calor y cobijo,
no sé si iba de promesa él tampoco me
lo dijo.
Con respeto me pedía a media voz que le diera,
agua “pa” curar su voz y ante el calor de la
hoguera bebiéndola se durmió.
- De noche
se levantaba en su manta “reliao”
y
de rodillas rezaba delante del Simpecao.
Súbete a mi jardinera que es duro y
largo el camino,
no me contestó siquiera siguió andando el peregrino por las
pesadas arenas.
- A mi vera
hizo el camino siempre en silencio escuchando,
bajo la sombra de un pino llora
al escuchar un fandango.
El fandango así decía la letra yo la escuché,
llevo en
mi alma una hería que a mí me dejó un querer no se curará en la vía.
- De regreso en
el camino en mi carreta cantando,
yo reconocí aquel pino donde algo vi
brillando.
Un crucifijo divino sobre una rama colgando,
lo dejó aquel peregrino que
lloró con el fandango que le cantaron en el pino.
- ESTRIBILLO -
Qué misterio llevará,
qué
promesa irá cumpliendo,
que a nadie le dice “na” ,
y en la candela durmiendo,
anoche lo vi llorar.