(Que
misterio es el que habrá, 1995)
me enseñó con sentimiento y junto con sus consejos lo grabé en mi pensamiento.
- Ya hace tiempo que se fueron los que conocí de niño,
y aquél que por los senderos me enseñaba con cariño lo que es ser buen rociero.
- Llenaba de amor su vida predicaba con su ejemplo,
daba to lo que tenia, rezaba con fe en el templo y siempre me repetía.
- Paso el tiempo y yo no olvido su enseñanza rociera,
que a veces me ha parecido escuchar su voz sincera, susurrándome al oído.
- ESTRIBILLO -
Querer a la virgen, al pastor divino,
ser buen peregrino, compartir tu casa, tu pan y tu vino.