domingo, 21 de enero de 2018

El niño y el vagabundo - Paco Candela

(Directo al corazón, 2016)

- He conocido un amigo, en la puerta de la escuela.
En la puerta de la escuela, siempre se viene conmigo y me espera en la cansela,
he conocido un amigo que no lo tiene cualquiera.
Que no lo tiene cualquiera lo miro por la ventana y no se parta un segundo,
un perro es mi gran amigo, para otro, el vagabundo.
Y me lo quiero llevar,
aunque me riña mi pare,
que un amigo es un amigo,
y no se deja en la calle.

- Lo llevaré para mi casa, aunque mi padre no quiera.
Aunque mi padre no quiera y le diré con estas palabras,
que yo de el aprendiera hijo mío a un buen amigo, dale el cobijo que puedas.
Dale el cobijo que pueda, a todo aquel que abandone un perro a su suerte aventurera,
yo lo tiraba a la calle sin tener quien lo quisiera.
Y me lo voy a quedar,
aunque no quiera mi padre,
que un amigo es un amigo,
y no se deja en la calle.

- Seguro que ha perdonado, al que quiso abandonarlo.
Al que quiso abandonarlo, al viento el calor y el frío al desprecio y al maltrato,
y a rebuscar en la basura, cuando se iban los gatos.
Cuando se iban los gatos hoy he salido de la escuela y no me estaba esperando,
mi madre en mi cansela me lo estaba acariciando.
No los vamos a quedar,
a mi me han dicho mis padre,
que un amigo es un amigo,
y no se deja en la calle.

- Ahora tengo la suerte de yo tenerlo a mi vera.
De yo tenerlo a mi vera, me busca por el recreo asomado a la cansela 
y me defiende si un niño, quiere coger mi maleta.
Quiere coger mi maleta, le pregunto cómo se llama y ladrando me responde,
ya no soy el vagabundo ahora tengo mi nombre.
No los vamos a quedar
a mi me han dicho mis padre,
que un amigo es un amigo,
y no se deja en la calle.