(Balcón de
fiesta, 1973)
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Canta alegre el pajarillo en el Coto de Doñana,
y el sol calienta la arena al
paso de la mañana.
Pasea
por la marisma,
un olor de primavera (bis)
cuando pasa la Hermandad Sanlúcar de
Barrameda.
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La hierba del mes de Mayo ha cubierto los senderos
y la marisma es un paño de mares
de terciopelo.
Pero
en otro amanecer,
volverán las hermandades (bis)
remarcando los carriles pa que
no se pierda nadie.
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Si de los meses del año me dieran a escoger uno,
con mitad de abril y mayo me
quedaba de seguro.
Abril
pa ver a mi Sevilla,
como un manojo
de flores (bis)
y mayo pa ir al rocío
devoción de mis amores.
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El silbar que entre pinares lleva la flauta del viento,
hace eco en la marisma
de un misterioso concierto.
Al
llegar la Canariega,
llegan las voces al cielo (bis)
diciendo viva la virgen
van gritando los romeros.
